24 Abr Las ciudades subterráneas
Ciudades subterráneas
Nadie sabe a ciencia cierta cuando se construyeron las ciudades subterráneas de Capadocia. Tal vez en tiempos hititas o tal vez no fuera hasta una fecha tan tardía como el siglo VI de nuestra era. Es cierto que ya existían ciudades subterráneas en el siglo V antes de Cristo, de las cual se sabe a partir del historiador ateniense Jenofonte, en su obra “Anábasis”. Hasta el momento 36 ciudades subterráneas han sido descubiertas, algunas de ellas hace poco tiempo. También se estima que, en su mayoría, estén conectadas entre sí, aunque aún no se ha conseguido localizar estas conexiones.
La base consistía en la propia toba volcánica. Los capadocios crearon grandes ciudades que no se notasen desde el nivel del suelo. A partir de canales de ventilación, tallaron hasta 85 metros (300 pies) hacia dentro de la roca y luego hicieron agujeros laterales a diferentes niveles y en todas las direcciones. Labraron también un complejo sistema de escaleras y túneles para conectar todas las capas con la superficie.
Cavaron viviendas, baños, cocinas, comedores, almacenes, bodegas, capillas, tumbas y cosas por el estilo. En tiempos de peligro bloqueaban el paso con grandes y sólidas piedras en los túneles estratégicos y se camuflaban las entradas en la superficie.
Hoy en día, incluso en algunas casas modernas, existen agujeros artificiales que conducen a pasajes subterráneos, la mayoría de los cuales se utilizan como bodegas.
Kaymakli Yeralti Kenti (Ciudad Subterránea de Kaymakli)
Con ocho pisos y un área de aproximadamente cuatro kilómetros cuadrados (1,5 millas cuadradas), esta es una de las mayores ciudades subterráneas de Capadocia. Los visitantes pueden ver sólo el 10 por ciento de ella, descendiendo hasta cinco plantas. Se cree que su población puede haber sido de unos 3 mil habitantes y que estuviese conectada con la cercana Derinkuyu. Fue abierta al público en 1964.
Derinkuyu Yeralti Kenti (ciudad subterránea de Derinkuyu)
La ciudad subterránea de Derinkuyu, que significa «pozo profundo»; al igual que Kaymakli, es una de las más grandes de Capadocia. Fue inaugurada en el año 1965. Consta de 70 a 85 metros (230 a 300 pies) de profundidad y 53 conductos de aire. El sistema de ventilación original todavía funciona muy bien. No es recomendable para los visitantes que padezcan de claustrofobia o aversión al movimiento restringido, ya que hay muchos pasajes donde uno tiene que ponerse en cuclillas.
Las dos primeras plantas bajo la superficie alojaban una escuela misionera con dos largas mesas en la roca, lugar de bautismo, cocinas, almacenes, viviendas, bodegas y establos. Los pisos tercero y cuarto fueron para los túneles, escondites y armerías y los últimos pisos tenían pozos de agua, pasillos ocultos, una iglesia, tumbas y un lugar de confesión.